martes, 6 de octubre de 2015

¿EXISTE LA BATALLA ENTRE LOS SEXOS?

¿Es la batalla de los sexos entre hombres y mujeres real o es una convención social? Resulta que hombres y mujeres compiten no solo por la igualdad de género en el lugar de trabajo, sino también a través de la misma estructura de sus cuerpos y de la composición química de sus fluidos corporales. Los 21 ensayos del Manual de Oxford del Conflicto Sexual de los Humanos exploran el conflicto sexual antes y después del cortejo y después de la concepción. Dado que el enfoque se sitúa en la reproducción tradicional, los ensayos tratan relaciones heterosexuales, centrándose básicamente en EEUU y Europa.

Joris M. Koene, cita el conflicto sexual como “conflicto entre los intereses evolutivos de los dos sexos” o, más simplemente, “lo que es bueno para un sexo puede ser malo para el otro.” De hecho, gran parte del libro examina el porqué de la existencia de las relaciones negativas.
Crawford y Salmon opinan que  los humanos son normalmente cooperadores en las interacciones de cortejo, pero pueden entrar en relaciones de explotación como celos, amenazas físicas, coerción, violencia hacia la pareja íntima, infidelidad, violación, infanticidio y asesinato. Estos dos expertos formulan preguntas tales como: ¿Ayuda la evolución a explicar por qué los hombres violan a las mujeres? ¿Por qué las hembras humanas experimentan orgasmos? ¿Qué adaptaciones físicas y químicas ayudan a los hombres a asegurar la fertilización? Si un hijo no se parece a su padre, ¿afectará eso a su voluntad de pagar la pensión alimenticia? Y, ¿evolucionó la anorexia como una forma de que las mujeres controlen el momento de la reproducción, dado que se requiere una cierta cantidad de grasa corporal para que suceda la menstruación? En general: ¿Qué tipo de mecanismos ocultos controlan nuestros comportamientos?

En los humanos no hay signos externos obvios de cuándo ocurre la ovulación. Sin embargo, hay estudios que prueban que hombres y mujeres cambian de comportamiento durante el ciclo menstrual de la mujer. Por ejemplo, cuando la mujer está ovulando, prefiere hombres más “masculinos” y tiene mayor interés en tener aventuras. Durante la ovulación de la mujer, el hombre tiende a ser más celoso y aumentar el comportamiento de “guardián de la pareja”.
Una investigación apunta que el  riesgo de quedarse embarazada después de una violación es “aproximadamente tres veces mayor que después de relaciones sexuales consensuadas.” ¿Cómo puede ser esto? Una teoría lanzada por los autores es que los hombres subconscientemente son capaces de desencadenar la ovulación mediante el contenido de su esperma.

Algunas teorías del libro parecen imposibles de probar. Por ejemplo, los autores  afirman que el sexo oral era probablemente menos prevalente antes del advenimiento de “métodos efectivos de higiene personal.” Aparte de este prejuicio cultural, dan solo una pincelada de evidencia científica, que el “herpes genital, que es de origen relativamente reciente, parece ser consecuencia de la transmisión del virus del herpes que causa las calenturas a los genitales a través de la práctica del sexo oral.” El herpes genital es nuevo, ¿luego el sexo oral el nuevo? Se trata de una correlación débil de mantener

La mayoría de los colaboradores citan la teoría de la inversión parental propuesta por Robert L Trivers en 1972. La teoría se describe como el estado por el que “las hembras están llamadas por su fisiología a hacer una inversión mínima en la producción y desarrollo de descendencia significantemente mayor y más larga.” Debido a esta asimetría en la inversión parental obligatoria, las hembras son “generalmente el sexto más valioso, y han, en compensación, evolucionado para ser más selectivas en la elección de sus parejas reproductivas.” Por otro lado, los machos de la mayoría de las especies “han evolucionado hasta ser menos discriminadores intersexualmente y a competir de forma más intensa unos con otros por el acceso a los recursos reproductores más valiosos ofrecidos por las hembras.”

La inversión parental se establece como la teoría clave, pero mucho del conflicto sexual puede suceder antes incluso de que nazcamos. Koene explica que en las ovejas Soay, si los gemelos en el vientre son de sexo diferente, “algunas hormonas circulantes del feto masculino afectan negativamente el desarrollo del feto femenino …[que] nace con peso reducido … tiene menor supervivencia el primer año, y … menor éxito reproductivo a lo largo de su vida.” Y en cuanto a asegurar la paternidad, Koene dice que las libélulas tienen “órganos copulatorios impresionantes que están especializados para quitar el esperma del conducto de la hembra antes de transferir el suyo propio.” La lista de mecanismos competitivos en especies tanto humanas como no humanas sigue.

Como dice el ensayo final, “Vivimos nuestras vidas ignorantes de la mayoría de los agentes que nos manipulan y engañan. … Sus poderes manipuladores se han perfeccionado durante millones de años de evolución.” Y, tanto si nos damos cuenta o no, queramos creerlo o no, “nuestros cónyuges, nuestros, amigos y nuestros colegas, todos esconden un tesoro de intenciones y esquemas manipuladores.” Leer sobre estos esquemas manipuladores en el “Manual de Oxford” puede ayudarle a darse cuenta de que usted también es el complejo producto de un pasado inescapable.

The Oxford Handbook of Sexual Conflict in Humans

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